Los viajes en autobús son impredecibles. Pueden ser merecedores del olvido o una aventura digna de contarse; aunque la segunda no ocurre con frecuencia. A la hora de elegir asiento no lo pienso demasiado, escojo un lugar cerca de la ventanilla. El interior del camión pocas veces ofrece un gran espectáculo. Es más entretenido ver a un montón de casas y edificios que a unos sujetos con mala cara. Las personas abordan el autobús con unas tremendas ganas de bajarse. Yo siento lo mismo. Cosa distinta pasa en los viajes largos: esos sí me agradan. Podría durar horas y horas aparentando ver por la ventanilla. En realidad no presto la debida atención al paisaje, mi mente se centra en cosas triviales. Todo lo que veo echa a volar mi imaginación de una manera un poco extraña. De repente estoy pensando en un millón de cosas. Hace algunos días vi un auto. Aparentaba ser un modelo clásico; su estado no era bueno, pero estaba en reparación. Me puse a maquinar un gran plan sobre cómo obtenerlo cuando trabaje. Ni siquiera estará ahí cuando yo tenga un empleo, pero no pensé en eso. O el mes pasado, vi un perro que estaba dentro de una verdulería. Me pregunté cómo es que llegó ahí. ¿Su hambre será tan inmensa como para haberlo aorillado a volverse vegetariano? Por qué la gente tiene perros si no los va a cuidar. Pobre animal, ha puesto su gusto por la carne en una balanza porque se muere de hambre. Es muy triste. Quise pensar que al final decidió no perder su dignidad de perro y se fue de esa verdulería; que aprendió a cazar y ahora se alimenta de palomas que previamente hornea con un guiso secreto. Ha encontrado una linda Poodle y se ha hecho de una familia. Ahora le va bien, estoy seguro. Suelo perderme kilómetros enteros del camino, pero jamás me paso de mi destino. No soy tan despistado. Viajar en autobús es tan monótono que prefiero olvidar que estoy viajando en el autobús.

Hey, Me gusta tu blog. ¡Nunca dejes de escribir!
ResponderEliminarVaya. Gracias. Debes ser la única persona que gusta de mis entradas desastrosas. Quizá la única que ha leído mi blog.
EliminarNo entiendo por qué. Lo visitaré más seguido :D
EliminarMi blog está en decadencia desde su creación. De cualquier manera gracias, al menos ahora ha sido leído y ya no solo está estorbando en la internet. Gracias chicha alien.
EliminarSoy de esas que también ansia por bajarse del camión pero me emociona la aventura que está por ocurrir luego de llegar al destino deseado.
ResponderEliminarYo leo tu blog, aunque no comente eso no significa que no lo hago. Me siento menospreciada.
Me refería a este blog. No tengo duda alguna de que leías Terra Nulla, y te lo agradezco.
EliminarSí, también leo Volega. Y lo leo muy seguido.
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