Con la colaboración de: @Silvasinsilbar
miércoles, 18 de julio de 2012
Pedro y el monstruo
Pedro era un chico muy asustadizo. Se hacía de noche y comenzaba el tormento. Le temía a la oscuridad, entonces encendía un fósforo. Sin embargo, un día hacía viento y el fósforo se apagó, así quedó de nueva cuenta sumergido en la temible oscuridad. Será mejor entrar debajo de las sábanas, allí no puede entrar ni el monstruo más osado —se decía a sí mismo—. Y así fue como entró a su fortaleza, sintiéndose valiente y lleno de vida, después el sueño lo vencería tan pronto se recostara. Pedro murió mientras dormía, o eso creía, pues estaba soñando. Algún día tenía que morir, pero ese día no. Ese día murió. Pero no ese día que soñó. Sí, ese día. No, ese día no.
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