sábado, 21 de julio de 2012

Paisajes nocturnos



No lea este post. Bueno, ya que me he asegurado de que nadie leerá este post, puedo decirle a nadie que esto no trata sobre paisajes nocturnos, bueno, al menos no ahora. En realidad quería distraerme, así que decidí venir a escribir cualquier cosa. Estos días ha perdurado un calor insoportable. Si no tuviera la certeza de estar vivo, juraría que estoy en el infierno. Es verdaderamente un fastidio.


Hace una semana, cuando desperté, tenía el dedo anular hinchado y rojo. Me pareció extraño, pero no le tomé importancia. Qué más da. Al siguiente día seguía igual y así pasaron unos días hasta que regresó a la normalidad, o casi, pues aún tengo una especie de roncha que me arde cuando la toco. Ya sanará. Escuche esto mientras sigue leyendo, o no, haga lo que le plazca. Tal vez ni siquiera está leyendo. Cómprese un helado y corra en círculos, yo qué sé.


Ayer rompí un récord: he cumplido dos años con mi celular y aún funciona. Es un hecho trascendental en la historia de la humanidad; un pilar que mantiene en pie la realidad como la conocemos. Así de simple. En realidad espero que nadie esté leyendo esto. Mientras vagaba por YouTube me topé con una  canción que me pareció atractiva. Jamás había escuchado del grupo ni de la canción. No es la gran pieza musical, pero es agradable.


Tengo ganas de hacer un viaje largo solo para mirar los árboles pasar por la ventanilla. Es verdaderamente entretenido. Quisiera volver a vivir esa experiencia. Pero si se trata de escoger horario, los viajes los prefiero de noche. El día es bueno para viajar, pero la noche es mágica. Me agrada viajar de noche. El paisaje nocturno me resulta mejor. Aunque tengo una mala experiencia con mi fascinación a mirar por la ventanilla durante los viajes. En una ocasión viajaba con mi padre hacia Oaxaca. Era de noche y el clima era excelente. Como solía hacerlo, me dispuse a observar el camino nocturno. Pero el cuadro parecía repetirse una y otra vez, cerro tras cerro, causando una sensación de estar dando vueltas en círculos. Eso me ocasionó mareo que después se convirtió en vómito. Mi padre abrió la ventanilla rápidamente, saqué la cabeza y expulse todo. Fue verdaderamente desagradable. Alcancé a ver unas luces de un automóvil en la niebla fría. El aire del exterior estaba realmente helado. Eso me calmó las nauseas. Me dormí enseguida, pero luego mi padre me despertó para que viera las luces de la cuidad. Se veía realmente hermoso. Fue un viaje memorable. 

Postdata: Gracias por no leer esto.

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