Llevo meses sin unos buenos audífonos. Ya no puedo escuchar música. Me estoy volviendo loco. Intento no escucharla sin ellos. Cuando estoy solo en casa(casi nunca) puedo escucharla a alto volumen por los altavoces. La mayoría de las veces uso los auriculares. Mi situación económica es pésima. No tengo dinero suficiente como para comprar unos. Me he dedicado a mendigar. He recurrido a pedir unos prestados, cosa bastante antihigiénica. Incluso pude contraer alguna infección en los oídos. Estuve a punto de escuchar mi música en los mismos audífonos en donde alguna vez alguien escuchó a Pitbull. Al final decidí regresarlos, preferí abstenerme de música por un tiempo a perder mi dignidad. Hurgando entre un cajón en donde mi hermana solía guardar cosas encontré un par; no son los mejores, pero al menos funcionan. Durante algunos días había sobrevivido con unos que están partidos por la mitad y solo funciona el derecho. Escuchar música solo por un auricular es la situación más incómoda del mundo. Aunque los que encontré desempeñan una doble función: sirven como audífonos y como instrumento de tortura. Es un verdadero martirio. Cuando te los quitas dejan un dolor permanente en las orejas. He estado considerando varias ideas. La más viable parece ser dejar la escuela y usar el dinero destinado a los estudios para comprar unos nuevos, si no lo hago, quizá muera o pierda las orejas.
sábado, 29 de septiembre de 2012
Audífonos
Llevo meses sin unos buenos audífonos. Ya no puedo escuchar música. Me estoy volviendo loco. Intento no escucharla sin ellos. Cuando estoy solo en casa(casi nunca) puedo escucharla a alto volumen por los altavoces. La mayoría de las veces uso los auriculares. Mi situación económica es pésima. No tengo dinero suficiente como para comprar unos. Me he dedicado a mendigar. He recurrido a pedir unos prestados, cosa bastante antihigiénica. Incluso pude contraer alguna infección en los oídos. Estuve a punto de escuchar mi música en los mismos audífonos en donde alguna vez alguien escuchó a Pitbull. Al final decidí regresarlos, preferí abstenerme de música por un tiempo a perder mi dignidad. Hurgando entre un cajón en donde mi hermana solía guardar cosas encontré un par; no son los mejores, pero al menos funcionan. Durante algunos días había sobrevivido con unos que están partidos por la mitad y solo funciona el derecho. Escuchar música solo por un auricular es la situación más incómoda del mundo. Aunque los que encontré desempeñan una doble función: sirven como audífonos y como instrumento de tortura. Es un verdadero martirio. Cuando te los quitas dejan un dolor permanente en las orejas. He estado considerando varias ideas. La más viable parece ser dejar la escuela y usar el dinero destinado a los estudios para comprar unos nuevos, si no lo hago, quizá muera o pierda las orejas.
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