Ella está allá y yo aquí. Dejamos de buscarnos porque ambos sabemos que no existimos. A veces miramos el mismo cielo en busca de señales inexistentes. Espera encontrarme en las vías del tren y yo pongo cuidado a los autobuses. Ella está consciente de que soy producto de su imaginación y yo sé que ella es una simple ilusión. Hemos esperado hasta el hartazgo. Habitamos una maraña de destinos infinitos. Nunca estaremos juntos.

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