Evito al máximo cerrar los ojos. Millones de cosas pueden ocurrir en el instante en que uno cierra los ojos; y no precisamente cosas buenas. Es poco probable que al abrirlos de nuevo uno vaya a encontrarse un Ferrari o un pastel de chocolate. No, la vida no sucede así. Por un momento tienes un vaso lleno de jugo de naranja enfrente, luego parpadeas y al abrir los ojos el jugo se ha ido junto con el vaso e incluso la vajilla entera. No hay que cerrar demasiado los ojos. Podríamos estar desperdiciando valiosísimo tiempo que nos sería de utilidad a la hora de esquivar rocas inesperadas.
viernes, 30 de noviembre de 2012
No cierres los ojos
Evito al máximo cerrar los ojos. Millones de cosas pueden ocurrir en el instante en que uno cierra los ojos; y no precisamente cosas buenas. Es poco probable que al abrirlos de nuevo uno vaya a encontrarse un Ferrari o un pastel de chocolate. No, la vida no sucede así. Por un momento tienes un vaso lleno de jugo de naranja enfrente, luego parpadeas y al abrir los ojos el jugo se ha ido junto con el vaso e incluso la vajilla entera. No hay que cerrar demasiado los ojos. Podríamos estar desperdiciando valiosísimo tiempo que nos sería de utilidad a la hora de esquivar rocas inesperadas.
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