viernes, 30 de noviembre de 2012

No cierres los ojos



Evito al máximo cerrar los ojos. Millones de cosas pueden ocurrir en el instante en que uno cierra los ojos; y no precisamente cosas buenas. Es poco probable que al abrirlos de nuevo uno vaya a encontrarse un Ferrari o un pastel de chocolate. No, la vida no sucede así. Por un momento tienes un vaso lleno de jugo de naranja enfrente, luego parpadeas y al abrir los ojos el jugo se ha ido junto con el vaso e incluso la vajilla entera. No hay que cerrar demasiado los ojos. Podríamos estar desperdiciando valiosísimo tiempo que nos sería de utilidad a la hora de esquivar rocas inesperadas.

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