martes, 15 de mayo de 2012

¡Qué bueno es el jugo de naranja!


Por favor, no leas esta entrada. 

¿Han visto las aves volar? Me parece algo fascinante. Como vuelan sin esfuerzo. Es fantástico.

El olor a tierra húmeda me parece algo de lo más descomunal, es celestial. 

Soy un tipo más bien raro. No puedo dormir sin un ventilador. Me es indispensable para conciliar el sueño; soy sumamente dependiente de él. La situación llega a tal grado que si no hay un ventilador, no puedo dormir. No es que tenga calor en exceso, sino que el ruido me arrulla. Es sublime. Es algo extraño, pero así son las cosas. El ruido que hacen las aspas golpeando el viento me resulta sumamente relajante, es lo que me hace dormir. Si no existieran los ventiladores probablemente sería un humano decadente consumido casi en su totalidad por las ojeras o, tal vez, ya estaría muerto.  Uso el ventilador todos los días del año.

He pensado en dejar de hacer tarea. Es incómoda. Una aberración. Nunca me ha gustado hacer tarea, es molesto. El solo pensar en ella me provoca arcadas. Es una manera práctica de la escuela de seguirnos hasta el hogar, invadiendo nuestra tranquilidad. El perro se ha comido mis ganas de hacer tarea. No estoy en contra de las labores escolares, pero siempre he creído que estas solo se deben hacer allí, en la escuela. No tienen por qué salir de ese lugar. 

Estoy escuchando música que fue hecha antes de que yo naciera. Me molesta bastante cuando la gente dice que es vieja. Desdichados subnormales. Tengo una cierta sensación cuando pasan en la radio, televisión u otro medio, alguna canción que me gusta, no sé cómo describirlo. Es bastante reconfortante. No sucede lo mismo cuando manipulo el reproductor para escuchar la misma canción. Es diferente, quizá el hecho que hace más interesante a la música que tú no has manipulado, es que no te lo esperas, la canción surge de la nada; llega y te golpea los oídos y el espíritu. 

¿Han bebido jugo de naranja? ¡Qué bueno es el jugo de naranja! Debe de ser alguna especie de deidad en un universo alterno, un ser todopoderoso. En algún mundo dominado por los cítricos. 

Ya dejen de bajar las estrellas del cielo, al final nos quedaremos sin deseos. Desdichados hombres que en su afán de conquistar a las mujeres débiles ante ese tipo de basura, se aprovechan de las nobles estrellas, disfrazando de romanticismo su incapacidad para el cortejo. Se les hace fácil regalar algo tan bello y puro como una estrella. 

No tengo facilidad a la hora de hablar, mucho menos para expresar eso que me revolotea en el estómago de una manera escrita. Podrías tener una charla mucho más placentera con una roca. No sé qué decir. Soy un tipo de señas. 

Hice todo lo posible por detenerte.

2 comentarios:

  1. Perdón, sí la leí.

    Qué cadáver exquisito tan más bueno de tu persona, de otras entradas, de todo tu sentir. Tienes una manera de expresar preciosa, tus señas son las letras.

    Me intriga saber si en invierno también usas el ventilador.

    Gracias por regalarme un pedacito de tu alma en cada una de las entradas.

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    1. Todos los días. No hay excepción. Sin importar si hace frío o calor. Soy un adicto al ventilado.

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